domingo, 7 de junio de 2009

VOLVIMOS A PERDER…la selección nacional un reflejo de nuestro país.


Hombre por hombre, equipo por equipo, federación por federación, infraestructura por infraestructura, el fútbol mexicano es por mucho, muy superior al de la República del El Salvador.

¿Por qué entonces perdemos?

La respuesta es muy compleja y profunda. Tiene que ver con la CONCIENCIA Y LA IDENTIDAD. NO TENEMOS CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS Los llamados mexicanos y el país llamado México, tiene severos problemas de fondo, estructura y forma. Desde 1821 que nació “este país” solo ha sido de un puñado de “criollos” que desplazó a los gachupines del poder colonial y transformó el Virreinato de la Nueva España, perteneciente a la corona española durante trescientos años, en “su país” al que indebidamente le pusieron “México”, por los mexicas y no Anáhuac, como se ha llamado este gran espacio cultural a lo largo de más de siete milenios.

En la fundación de “su México”, los criollos negaron la participación de la civilización madre. Una de las más antiguas del mundo, como China o India. El país de los criollos siempre ha puesto su inspiración en el extranjero, primero Europa y ahora E.U., y ha mantenido una feroz política hipócrita de desprecio y exclusión a los valores y principios que forman la base y sustento de más del 85 % de la población de este país.

Los criollos en el poder han sido, a lo largo de estos 188 años de “vida independiente”, un puñado de impotentes e incapaces dirigentes. Siempre se han sentido menos que sus admirados modelos extranjeros. Pero al mismo tiempo, han visto inferior la cultura que los recibió, amamantó y enriqueció. Los criollos, y no los indígenas, son los subdesarrollados, los impotentes, los inseguros. El criollo español, aquí se presume orgullosamente español, y en España, lo desprecian y le llaman “indiano”. La tragedia del criollo es que es culturalmente es un “indio”, despreciado en España como “indiano”. Ni de aquí ni de allá. Perdido en el “laberinto de la desolación” de ser un ser timorato, mediocre e impotente. Más todos sus males, se los “achaca a los nativos”, … pues “él es extranjero”.

Los criollos han sido mediocres para gobernar, para desarrollar, para negociar, para industrializar, para innovar, para crear, para defender el territorio y la nación. Todo lo copian, todo lo importan, para ellos todo lo extranjero es mejor. El sueño de los criollos, desde 1821 ha sido, “que vengan los capitales extranjeros a desarrollar el país, los criollos ponen la mano de obra esclava de los “indios y mestizos”, así como los recursos naturales. Los extranjeros el capital y la tecnología. Y a los criollos les dan sus migajas para que vivan contentos de sus rentas.

Voltee a donde quiera y verá que los dueños de este país, en general, son criollos, o aunque sean mestizos, se manejan bajo la ideología criolla (razón por la cual se tratan de blanquear y pintar el pelo de amarillo). La cuestión no es estrictamente racial, es ideológica, sin embargo, vivimos en un país acendrada e hipócritamente racista y clasista.

Por qué perdemos en el fútbol. Por lo mismo que importamos gasolina.

El pueblo de México. Los morenitos, los indígenas, los “hijos de la conasupo” se tienen que ir de este país de criollos, en busca de un mínimo de oportunidades que los criollos no les dan en “su país”. Así que de ilegales y de extranjeros en un país históricamente racista…tienen más oportunidades que en México.

Los “mexicanos” en E.U., están haciendo lo que no les permite la incapacidad y el racismo criollo. Estos mexicanos nos demuestran que somos trabajadores, responsables y muy productivos. Sí no fuera así, los gringos no nos dejarían pasar. Los mexicanos en E.U. están creando más riqueza que todos los criollos juntos en sus negocios alpargateros. Este es el verdadero pueblo que trata de abrir un espacio ante la pobreza y la marginación histórica.

La clase dirigente en el fútbol es la misma que la que está en el gobierno o en la iniciativa privada, criollos ineptos y mediocres. Cuando este país vuelva a ser de los hijos de los hijos de Los Viejos Abuelos. Cuando los valores de La Toltecáyotl florezcan de nuevo en el Anáhuac, será entonces que orgullosamente nos comportaremos, no solo en la cancha del fútbol, como el pueblo que tiene el deporte vivo de pelota más antiguo de la humanidad, “el juego de pelota mixteca”, o como el pueblo que inventó el maíz, el cero matemático o la cuenta perfecta del tiempo. Será entonces que no se mueran niños de hambre y nuevamente vayan todos a la escuela, y no sea necesario ir de “ilegal a E.U.” a buscar una oportunidad y un poquito de justicia. Para ese próximo tiempo, seguramente ganaremos en el fútbol.

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