La visión de Occidente sobre el Anáhuac, siempre ha sido de una supuesta superioridad sustentada en una inconmensurable ignorancia. Debemos de recodar que los europeos que llegaron a nuestra tierra, no representaban “lo mejor” y lo más elevado del final de la Edad Media, conocida por su atraso y oscurantismo. Además que los europeos desde el inicio, no venían en un viaje humanista o científico. Por el contrario, la gente más ignorante y desesperada, venían a hacerse ricos a través del crimen y la depredación institucionalizada por la corona y la iglesia. Esto es lo que los criollos y neo colonizadores no quiere aceptar. Presentando a la INVASIÓN, como “una obra humanista y civilizatoria” a través de una serie de grandes mentiras y agravios hacia la civilización que jamás conocieron y menos valoraron.
Ya en el Siglo XVIII, uno de los pioneros del “nacionalismo criollo” apunta elementos muy interesantes para reflexionar sobre “los antiguos mexicanos”. En efecto, Francisco Xavier Clavijero en su “sexta disertación” de su Historia Antigua de México señala:
“ARTES DE FABRICAR NAVÍOS Y HACER PUENTES Y CAL. Si a otras naciones pueden echarse en cara la ignorancia en el arte de construir navíos, esta censura no debe hacerse a los mexicanos, porque, no habiéndose adueñado de las costas sino en los últimos tiempos de su monarquía, no tuvieron necesidad ni oportunidad de pensar en semejante construcción. A las naciones que ocupaban las playas de ambos mares antes de que los mexicanos se apoderaran de ellas, les bastaban las canoas que usaban para la pesca y el comercio con las provincias vecinas, para que, libres de ambición y avaricia que ha sido por lo común las causas de las navegaciones largas, ni solicitaban usurpar los Estados legítimamente poseídos por otras naciones, ni querían transportar de países distantes los preciosos metales que no necesitaban.”
De este pequeño texto podemos reflexionar descolonizadamente la otra cara de la invasión y del nacionalismo criollo, que tanto nos agobia en nuestros días.
En primer lugar diremos que siempre, lo que no ha sido igual o parecido al desarrollo de Europa, es irremediablemente inferior. El mundo y la vida de otras civilizaciones se han interpretado y juzgado con los valores y parámetros occidentales. De modo que lo que no es como ellos, es deficitario, primitivo y de poco valor. El problema no es que los europeos sean así, porque de hecho, casi todos los pueblos del mundo son “el obligo de la creación y del universo”. El problema es que los invadidos y colonizados, lo asuman como una verdad o un dogma de su deprimente realidad.
En segundo lugar, analicemos lo que dice Clavijero: “A las naciones que ocupaban las playas de ambos mares antes de que los mexicanos se apoderaran de ellas”. Aquí se entiende que “los mexicanos” son los mexicas, y que existían otras naciones, de modo que es plenamente incorrecto el nombre de “mexicanos” para las otras naciones que hoy conforman el país. El mismo nombre de México es incorrecto para nombrar a “Los Estados Unidos”, pues los “mexicanos” son también mayas, zapotecos, mixtecos, nahuas, totonacas, etc., además de los mestizos y los afro descendientes. El nombre correcto de este país ha sido Y SERÁ ANÁHUAC.
La segunda parte del texto referido es más que contundente: “les bastaban las canoas que usaban para la pesca y el comercio con las provincias vecinas, para que, libres de ambición y avaricia que ha sido por lo común las causas de las navegaciones largas, ni solicitaban usurpar los Estados legítimamente poseídos por otras naciones, ni querían transportar de países distantes los preciosos metales que no necesitaban”. Clavijero “le da al clavo”, pues tal como es cierta su afirmación, los europeos que llegaron a nuestro continente, los movió la ambición y la avaricia. Además de que vinieron a usurpar y trastocar un orden establecido legítimamente. Reconociendo también que, a los Viejos Abuelos no les interesaba el comercio de los metales precisos, ni la ambición de conquistar otros continentes.
Leer las llamadas “Fuentes”, de una manera descolonizada, resulta una tarea muy interesante. Los actuales habitantes de este país llamado indebidamente por los criollos México, necesitamos re-analizar la historia oficial criolla para poder re-fundar este país.
La necesidad de que ya no sigan existiendo personajes como Hernán Cortés o Carlos Slim, que son el símbolo de la injusticia, el abuso y la impunidad. Para que se acaben los vencedores y los vencidos, para que TODOS TENGAMOS LAS MISMAS OPORTUNIDADES Y DERECHOS. Para que podamos vivir en la justicia y la igualdad.
Ya en el Siglo XVIII, uno de los pioneros del “nacionalismo criollo” apunta elementos muy interesantes para reflexionar sobre “los antiguos mexicanos”. En efecto, Francisco Xavier Clavijero en su “sexta disertación” de su Historia Antigua de México señala:
“ARTES DE FABRICAR NAVÍOS Y HACER PUENTES Y CAL. Si a otras naciones pueden echarse en cara la ignorancia en el arte de construir navíos, esta censura no debe hacerse a los mexicanos, porque, no habiéndose adueñado de las costas sino en los últimos tiempos de su monarquía, no tuvieron necesidad ni oportunidad de pensar en semejante construcción. A las naciones que ocupaban las playas de ambos mares antes de que los mexicanos se apoderaran de ellas, les bastaban las canoas que usaban para la pesca y el comercio con las provincias vecinas, para que, libres de ambición y avaricia que ha sido por lo común las causas de las navegaciones largas, ni solicitaban usurpar los Estados legítimamente poseídos por otras naciones, ni querían transportar de países distantes los preciosos metales que no necesitaban.”
De este pequeño texto podemos reflexionar descolonizadamente la otra cara de la invasión y del nacionalismo criollo, que tanto nos agobia en nuestros días.
En primer lugar diremos que siempre, lo que no ha sido igual o parecido al desarrollo de Europa, es irremediablemente inferior. El mundo y la vida de otras civilizaciones se han interpretado y juzgado con los valores y parámetros occidentales. De modo que lo que no es como ellos, es deficitario, primitivo y de poco valor. El problema no es que los europeos sean así, porque de hecho, casi todos los pueblos del mundo son “el obligo de la creación y del universo”. El problema es que los invadidos y colonizados, lo asuman como una verdad o un dogma de su deprimente realidad.
En segundo lugar, analicemos lo que dice Clavijero: “A las naciones que ocupaban las playas de ambos mares antes de que los mexicanos se apoderaran de ellas”. Aquí se entiende que “los mexicanos” son los mexicas, y que existían otras naciones, de modo que es plenamente incorrecto el nombre de “mexicanos” para las otras naciones que hoy conforman el país. El mismo nombre de México es incorrecto para nombrar a “Los Estados Unidos”, pues los “mexicanos” son también mayas, zapotecos, mixtecos, nahuas, totonacas, etc., además de los mestizos y los afro descendientes. El nombre correcto de este país ha sido Y SERÁ ANÁHUAC.
La segunda parte del texto referido es más que contundente: “les bastaban las canoas que usaban para la pesca y el comercio con las provincias vecinas, para que, libres de ambición y avaricia que ha sido por lo común las causas de las navegaciones largas, ni solicitaban usurpar los Estados legítimamente poseídos por otras naciones, ni querían transportar de países distantes los preciosos metales que no necesitaban”. Clavijero “le da al clavo”, pues tal como es cierta su afirmación, los europeos que llegaron a nuestro continente, los movió la ambición y la avaricia. Además de que vinieron a usurpar y trastocar un orden establecido legítimamente. Reconociendo también que, a los Viejos Abuelos no les interesaba el comercio de los metales precisos, ni la ambición de conquistar otros continentes.
Leer las llamadas “Fuentes”, de una manera descolonizada, resulta una tarea muy interesante. Los actuales habitantes de este país llamado indebidamente por los criollos México, necesitamos re-analizar la historia oficial criolla para poder re-fundar este país.
La necesidad de que ya no sigan existiendo personajes como Hernán Cortés o Carlos Slim, que son el símbolo de la injusticia, el abuso y la impunidad. Para que se acaben los vencedores y los vencidos, para que TODOS TENGAMOS LAS MISMAS OPORTUNIDADES Y DERECHOS. Para que podamos vivir en la justicia y la igualdad.
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